domingo, 22 de enero de 2012

Querida fotografía

“Hacer una foto de una foto del pasado en el presente"
Por ejemplo esos dos niños que escapan acera adelante en una instantánea tomada hace algunos años, a su vez sostenida por una mano (en este caso, la de uno de los críos, que ya se ha convertido en una persona adulta) y refotografiada ahora en el mismo escenario de la foto original.

Foto: Laina (Dear Photograph)La autora de la foto-presente sosteniendo la foto-pasado escribe unas líneas: “Querida fotografía, añoro aquellos días en que corríamos libres y vivíamos el momento”.

La idea está a punto de convertir en millonario a Taylor Jones, un canadiense de Kitchener (Ontario), de 22 años. Hasta hace unas semanas trabajaba en el departamento de redes sociales de RIM, la empresa que fabrica los dispositivos Blackberry. Ha dejado el puesto y anda por Hollywood negociando la venta de derechos para cine y televisión de su idea: “Hacer una foto de una foto del pasado en el presente”.

Todo empezó en mayo de 2011, hace sólo nueve meses, en un atardecer de fin de semana en el mismo salón que aparece en la imágen de la izquierda. La madre de Jones sacó un álbum de fotos para ejercer la nostalgia de los viejos tiempos que tanto gusta a las madres. En una de ellas, el hijo pequeño de la familia posaba, todo sonrisa, ante el pastel con Winnie-the-Pooh de su tercer cumpleaños.
Jones tuvo la sensación de que algo regresaba del pasado hacia el presente o quizá de que algo del presente volvía al pasado o quizá de ambas cosas a la vez. Sacó la cámara, sostuvo la foto de su hermano, la encuadró para que encajase en el marco e hizo una foto.

Foto: @landonjonez (Dear Photograph)Jones tuvo la sensación de que algo regresaba del pasado hacia el presente o quizá de que algo del presente volvía al pasado o quizá de ambas cosas a la vez. Sacó la cámara, sostuvo la foto de su hermano, la encuadró para que encajase en el marco e hizo una foto.

Lo siguiente fue hacer un tumblr. Lo llamó Dear Photograph (Querida fotografía) e invitó a los visitantes a enviar imágenes bajo la única condición ya citada: reencuadrar en el presente una foto del pasado.
A estas alturas el microblog anda por los 21.000 hits al día, ha sido nombrado la séptima mejor bitácora de 2011 por la revista Time, ha recibido la atención de AlJazeera, The Guardian, The New Yorker e incluso inspiró una campaña publicitaria robada por Chevrolet, que retiró los anuncios tras las quejas en las redes sociales.

“Querida fotografía, ¿por qué no puedo sentir el color que Halloween me hacía sentir? Es duro ver la magia con gafas de adulto”. Al blog siguen llegando fotos y mensajes tan confesionales como éste.

El archivo no es demasiado profuso (no llega a 250 entradas) porque Jones -que ha rechazado ofertas de insertar publicidad para preservar el carácter de reflexiva emoción del site- selecciona las fotos con rigor y mimo.
El feedback funciona. La imágen de Paisley sobre la añoranza del color perdido tiene mientras escribo esta entrada más de 2.500 likes o reblogs.


Foto: Paisley (Dear Photograph)“Querida fotografía, mi abuelo ya no me reconoce nunca, pero todavía sonríe cuando le enseño esta foto. En mi interior confío en que todavía recuerde cuanto me gustaba estar con él”.
Las fotos de otras fotos del pasado realizadas en el presente están diciendo algo que tiene que ver, como en el caso de ésta de la niña acunada en la hamaca por el abuelo que hoy padece Alzheimer, con el peso de la turbación, el miedo, la pérdida o el desvelo…

El cruce del pasado y el presente, intervenidos por la mano de quien habla, asomada a la geografía inmaterial de un espacio inventado, desordenado, provoca que la intensidad ascienda, que la foto vuelva a ser un latido y no una imagen bidimensional.


Foto: Laura (Dear Photograph)
Quizá ahí resida el éxito de Dear Photograph: nada ha sido, nada será, nada es (por usar una encrucijada verbal) como imaginamos, quisimos o deseamos que fuese.

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