La actriz donostiarra comparte protagonismo con Eva, la joven que es su hija en esta ficción y que da título a la película. Una chica muy vivaz y especial, interpretada por la debutante Clàudia Vega –una de las revelaciones del film–, y en quien se fijará Álex (Daniel Brühl), otro científico prodigio que regresa a Santa Irene, su lugar natal después de años de ausencia, para tomarla como modelo para la creación de un niño robot.
Su personaje no es de acción sino que se mueve en tres niveles de afectos: el enorme amor que aún siente por Álex, a pesar que la dejara; el cariño hacia su esposo, David (Alberto Ammann); y el amor maternal hacia Eva.
Robots demasiado humanos
Lana, Álex y David son los tres vértices de este triángulo amoroso, pero la piedra angular esencial en esta historia es Eva, la niña. Además, como secundarios, dos de los personajes más divertidos, aportando acertadas notas de humor. Uno, el mayordomo servicial y perfecto a quien da vida Lluís Homar; y el otro, un gato robot que es la mascota del protagonista.
Es ante todo una película de personajes pero, el director Kike Maíllo insiste en la idea que "Es ante todo una película de personajes. Un melodrama más que ciencia-ficción. Para mí es mucho más referente para Eva una película como Beautiful Girls que no cualquier otra de ciencia-ficción".
Tiene unos particulares efectos visuales que, aunque inusuales en el panorama actual de nuestra industria cinematográfica, son "habituales en publicidad. Hace tiempo que se hacen así. Supongo que es una razón económica", argumenta Maíllo. Eva, concretamente, ha contado con un presupuesto de 4,5 millones de euros y ha sido producida por Escándalo Films, de la escuela de cine ESCAC (Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya).
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